«La vergüenza tiene que cambiar de bando»: nuestra decana, María Campos, reflexiona sobre el papel del trabajo social frente a la violencia machista

«La vergüenza tiene que cambiar de bando»: nuestra decana, María Campos, reflexiona sobre el papel del trabajo social frente a la violencia machista

El próximo lunes, 25 de noviembre, se conmemora el Día Mundial contra la Violencia Machista, una fecha clave para visibilizar y combatir las violencias que sufren las mujeres en nuestra sociedad. Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada hemos lanzado una campaña con tres objetivos fundamentales: que la vergüenza cambie de bando, garantizar una atención digna, pública y de calidad, y poner en valor el papel del trabajo social en la erradicación de estas violencias.

En esta entrevista para Hoy por Hoy Granada, nuestra decana, María Campos, comparte las claves de esta iniciativa y reflexiona sobre el compromiso ético de nuestra profesión en la lucha contra la violencia de género.

Un grito necesario: que la vergüenza cambie de bando

«Es el momento de que se culpe a quien se tiene que culpar», ha afirmado María Campos. Este lema, que protagoniza nuestra campaña, pone el foco en los agresores y en las estructuras que legitiman y perpetúan las agresiones machistas.

«Pedimos que se deje de culpabilizar a las víctimas y que se dejen de naturalizar las agresiones», añadió Campos, destacando que este cambio es imprescindible para transformar las narrativas sociales y avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.

El compromiso del trabajo social

El trabajo social tiene un papel clave en este cambio. Como profesión, nos enfrentamos a dos retos: atender y acompañar a las mujeres que sufren violencia, y cuestionar las estructuras que perpetúan estas situaciones. «Es un compromiso ético inherente al trabajo social», señala Campos.

Para ello, nuestra profesión debe partir de lo que la decana ha definido como intervención situada, un enfoque que implica reflexionar sobre nuestros privilegios, ideologías y creencias, para evitar reproducir narrativas que culpabilicen a las víctimas o que minimicen las opresiones estructurales.

Además, María Campos recuerda que el trabajo social es una profesión mayoritariamente feminizada, lo que también nos hace vivir en carne propia las opresiones de género. «Como mujeres y como profesionales, tenemos la responsabilidad de estar al lado de quienes sufren estas violencias y soplar para que cambien las estructuras que las perpetúan».

Atención digna y sostenida en el tiempo

Otro de los pilares de esta campaña es la reivindicación de una atención social pública, digna y de calidad. Las mujeres que enfrentan violencia machista necesitan recursos suficientes, accesibles y sostenidos en el tiempo, algo que solo puede lograrse si las instituciones asumen su responsabilidad y priorizan estas políticas.

Un paso hacia el cambio

Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada reafirmamos nuestro compromiso con la erradicación de las violencias machistas. Este 25N, invitamos a toda la sociedad a reflexionar y actuar: que la vergüenza cambie de bando es tarea de todas y todos, pero especialmente de quienes tenemos la capacidad de intervenir y exigir un cambio estructural.

Juntas, seguiremos soplando hacia el cambio.


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