Ana Lima ha cerrado la jornada con una ponencia en que ha analizado los pros y contras del nuevo espacio sociosanitario que prepara el Gobierno, desde la perspectiva del trabajo social.
Lima ha criticado que el Ejecutivo se plantee una reforma de ese calado mientras “aprueba leyes y recortes que están desmontando el Estado de Bienestar”. Ha desgranado cómo “están matando la ley de dependencia, en que se puso tanta ilusión”. Ha puesto como ejemplo las 190.000 personas que están en lista de espera, la retirada de la cotización a las cuidadoras no profesionales, o la ampliación hasta dos años del periodo en que las autonomías no están obligadas a pagar la retroactividad. Ana Lima también ha asegurado cómo la reforma de la Administración Local “es un desmantelamiento encubierto de los servicios sociales”.
“Todo es mejorable, pero hay que tener en cuenta que los y las trabajadoras sociales del ámbito sanitario y de los servicios sociales aplicamos el método de gestión de casos desde siempre”, ha asegurado. “La gestión del caso es una metodología de la intervención, no es una figura profesional, como recoge el informe que estudia el Gobierno”, ha añadido. Según ha explicado, la diferencia al establecerlo como una figura profesional, es que “se plantea una especie de comercial que se encargue de ver lo que se puede hacer y vea el dinero que tiene la persona usuaria y en función de eso, le haga un paquetito de pretaciones”. Lima reivindica que se ponga a la persona en el centro y que primen sus necesidades y no los criterios económicos.
Lima ha sido muy crítica con el plan sociosanitario tal y como se está planteando. “Me parece que se confunde la gestión con un nuevo modelo”, ha asegurado. La reforma de la Administración Local nos deja en los huesos, no se habla de prevención, porque no se hará ninguna.
La presidenta del CGTS también ha aprovechado para reivindicar una ley marco estatal de servicios sociales, una demanda histórica de la profesión. “En la propuesta de plan sociosanitario se pide una ley marco de servicios sociosanitarios. Nos parece muy grave que para ello no se plantee que se necesita una ley de servicios sociales”, ha asegurado. Lima ha criticado que entre el grupo de expertos que ha nombrado el Gobierno para organizar el nuevo sistema no haya ni una sola trabajadora social.
Lima se ha preguntado con ironía cómo se va a organizar un nuevo sistema sin financiación adicional, cuando el problema radica en la falta de ayuda por los recortes que se están llevando a cabo. “Los servicios hay que pagarlos. Si no se pone más dinero por parte de la administración pública, no va a funcionar. “O es que se espera que pongan el dinero los usuarios?”, se ha preguntado.
Finalmente, ha mostrado perplejidad por la apuesta por un sistema municipalista en el plan sociosanitario mientras se abandona esta proximidad con la reforma de la Administración Local.
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