La vivienda es un espacio de vida y dignidad. Sin embargo, para muchas personas en Granada, este derecho recogido en el artículo 47 de la Constitución española sigue siendo inaccesible. “Mientras no prioricemos la función social de la vivienda por encima del derecho a la propiedad, el mercado seguirá siendo quien dicte las reglas y las administraciones públicas seguirán adoptando medidas escasas y poco efectivas que no resuelven el problema de fondo”, reflexiona Juanma Pacheco, trabajador social y responsable del proyecto de Acceso a viviendas y alojamientos a personas en situación de alta vulnerabilidad en Granada Acoge.
Granada se encuentra inmersa en una crisis habitacional que, como señala Pacheco, afecta a toda la población, independientemente de la edad, el sexo o incluso el nivel de ingresos. Sin embargo, las personas migrantes se enfrentan a una doble barrera: las dificultades comunes y el racismo inmobiliario, que muchas veces se agrava cuando carecen de una situación administrativa regular. En palabras de Pacheco, “el acceso a la vivienda se convierte en una misión casi imposible para quienes se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad”.
El Trabajo Social, como disciplina, tiene la responsabilidad de incidir en las políticas públicas para promover cambios estructurales. Desde su código deontológico, se defiende la dignidad, la igualdad y la libertad, principios que chocan con la actual “regla del mercado”. Pacheco subraya la necesidad de un espíritu crítico por parte de las y los profesionales del Trabajo Social: “Debemos exigir a las administraciones públicas que asuman su papel como principales responsables de garantizar el derecho a una vivienda digna y adecuada. Sin ello, la ciudadanía, no solo la que está en exclusión social, será la que siga pagando las consecuencias”.
En este contexto, el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada, en colaboración con la Universidad de Granada, organiza a partir de mañana las jornadas “La vivienda como espacio de vida y dignidad”. Este evento pretende generar un espacio de reflexión y acción en torno a una problemática que afecta tanto a quienes ejercen en este ámbito como a la ciudadanía en general.
Las jornadas reunirán a profesionales, académicas y personas usuarias para abordar los retos y las posibles soluciones desde una perspectiva social. Además, se analizarán las iniciativas que promuevan el acceso a la vivienda y el mantenimiento de la misma, destacando el papel clave del Trabajo Social como agente de transformación.
En este sentido, Pacheco también reflexiona sobre la necesidad de ampliar el concepto de vivienda más allá de un espacio físico. “La vivienda debe entenderse como un lugar que permite a las personas desarrollarse en condiciones de dignidad, que fomenta la estabilidad emocional y social, y que garantiza el derecho a formar parte de la comunidad”, destaca. Para ello, insiste en que es crucial apostar por políticas públicas que prioricen la inclusión y reduzcan las desigualdades.
Granada, como otras ciudades, necesita con urgencia medidas que prioricen la función social de la vivienda sobre la especulación. Reflexiones como las de Juanma Pacheco, junto con las acciones que se impulsen en estas jornadas, son un paso hacia esa dirección. La participación activa y el compromiso de todas las personas implicadas podrían marcar la diferencia. ¡Unámonos para transformar la vivienda en un derecho real y efectivo!