El CAT en el distrito norte no puede ser la solución

El CAT en el distrito norte no puede ser la solución

A raíz del incendio ocurrido la semana pasada en el antiguo Comedor Rodrigo de Triana, situado en el distrito norte de Granada, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social queremos insistir en nuestra preocupación por la decisión del Ayuntamiento de Granada de reubicar en este espacio el Centro de Alta Tolerancia (CAT) para personas sin hogar, así como el único Centro de Encuentro y Acogida (CEA) para personas drogodependientes de la ciudad.

Tras la reunión mantenida con el consistorio el pasado 23 de enero, en la que ya trasladamos nuestras preocupaciones, queremos reiterarnos en algunas cuestiones que consideramos básicas. Seguimos pensando que esta decisión es un error estratégico que ignora las necesidades reales de las personas vulnerables y perpetúa dinámicas de exclusión en una zona ya especialmente castigada por la pobreza, la venta de drogas y la falta de recursos comunitarios adecuados. Esta medida no responde a los principios técnicos de proximidad y descentralización que deberían regir la ubicación de estos servicios, y plantea varios problemas que urge abordar:

Concentración de recursos en un único punto vulnerable: La centralización de dos recursos tan sensibles en Rodrigo de Triana no sólo refuerza el estigma sobre las personas sin hogar y sobre quienes se enfrentan a adicciones, sino que también incrementa la presión sobre un barrio que ya sufre graves carencias estructurales. Cualquier estrategia responsable debería priorizar la dispersión de estos servicios y su integración en distintos puntos de la ciudad, atendiendo a criterios de proximidad y accesibilidad.

Falta de accesibilidad para las personas usuarias: El traslado del CAT a esta ubicación aleja a las personas sin hogar de los recursos básicos que necesitan en su día a día, como los comedores sociales y las duchas, ubicados en calles como San Juan de Dios o Colegios, en pleno centro, a varios kilómetros del distrito norte. Para quienes no disponen de medios de transporte, este cambio implica un desplazamiento inhumano e injustificable.

Impacto en el barrio y falta de diálogo: Rodrigo de Triana necesita inversiones que mejoren la calidad de vida de sus vecinas, no medidas que puedan agravar los problemas existentes. Desde el Colegio proponemos que este espacio municipal se destine a usos que realmente impulsen el bienestar del barrio, como la creación de una biblioteca o un centro comunitario. Además, es esencial que cualquier decisión de este calado cuente con un proceso de participación que involucre tanto a las asociaciones vecinales como a las entidades sociales de la ciudad. Desde nuestra institución, estamos convencidas en la construcción comunitaria de las ideas y del progreso para una Granada mejor.

Por otro lado, colectivos como La Calle Mata, muy activo en este asunto, y los vecinos del distrito ya han expresado su rechazo frontal a esta medida. Alegan que responde a una estrategia política que parece buscar «limpiar» el centro de Granada para hacerlo más atractivo al turismo, en lugar de abordar las necesidades de las personas más vulnerables. Desde el Colegio respaldamos estas reivindicaciones y hacemos un llamamiento al Ayuntamiento para que reconsidere su decisión, priorizando criterios técnicos y el respeto a los derechos fundamentales de todas las personas afectadas.

Granada necesita un modelo de ciudad que no margine a quienes más apoyo necesitan, sino que garantice su dignidad y derechos, evitando la concentración de servicios en las zonas más deprimidas y apostando por políticas públicas verdaderamente inclusivas. Como ya trasladamos ante el Ayuntamiento de Granada, el CAT en el distrito norte no puede ser la solución por todo lo expuesto.