Invisibles: las realidades ocultas del colectivo LGTBIQ+

Invisibles: las realidades ocultas del colectivo LGTBIQ+

En el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada seguimos dedicando este mes a visibilizar las realidades del colectivo LGTBIQ+ y la necesidad de que el trabajo social afronte estas cuestiones con un compromiso firme. Esta cuarta semana queremos centrar la mirada en la discriminación interseccional: cómo las personas LGTBIQ+, que también pertenecen a otros grupos vulnerables, encuentran barreras adicionales en su día a día.

Las mujeres trans migrantes, las personas racializadas dentro del colectivo o quienes tienen diversidad funcional se enfrentan a múltiples capas de exclusión y violencia. No solo por su identidad o su orientación, sino porque la falta de recursos y formación en los servicios de atención agrava su situación. Cuando la intervención social ignora estas realidades, la violencia se multiplica.

Según el último informe de la Federación Estatal LGTBI+, el 42% de las personas trans han sufrido discriminación en la atención sanitaria, y las cifras empeoran si añadimos otras vulnerabilidades. A esto se suma la brecha en el acceso a la vivienda y el empleo, donde la discriminación sigue siendo un obstáculo casi insalvable para muchas personas LGTBIQ+ con identidades interseccionales.

El trabajo social tiene que asumir su papel en esta lucha. No basta con reconocer la discriminación: es imprescindible intervenir con perspectiva interseccional, formarnos de manera continua y transformar nuestras prácticas para que ningún sesgo deje atrás a quienes más apoyo necesitan.

Este mes estamos hablando de realidades que no pueden seguir invisibilizadas. Y lo vamos a seguir haciendo. Porque sin una mirada interseccional, el trabajo social no es justo ni eficaz.