

Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada aplaudimos que la editorial Anagrama haya decidido suspender la publicación del libro en el que José Bretón confiesa el asesinato de sus hijos. Al menos, han optado por respetar la situación judicial y la indignación social que generó su decisión inicial.
Sin embargo, esperamos y deseamos que esta suspensión no sea temporal, sino definitiva. La violencia vicaria no puede tratarse como un producto de consumo ni como una historia más en el mercado editorial. La madre de las víctimas pidió que este libro nunca viera la luz y ese deseo debe ser respetado de manera permanente.
Mercantilizar el dolor no es cultura. Confiamos en que la editorial tome la única decisión correcta: cancelar de manera definitiva la publicación de este libro.