

Como no podía ser de otro modo, hemos estado en la concentración convocada en Granada en memoria de Belén, la educadora social asesinada en Badajoz. Nos hemos reunido junto a compañeras de diferentes ámbitos de la intervención social para recordar su nombre y exigir que ninguna profesional vuelva a estar expuesta a la precariedad y la desprotección en su labor.
El asesinato de Belén no es un hecho aislado. Es la consecuencia de un sistema que deja sin recursos a quienes trabajamos con las personas más vulnerables. No podemos seguir atendiendo situaciones complejas sin equipos completos, sin personal suficiente, sin condiciones laborales dignas.
También hemos recordado que las niñas y niños con los que trabajamos necesitan protección y apoyo real. No pueden ser señalados ni castigados por un sistema que no ha sabido cuidarles. Exigimos recursos para garantizar procesos de recuperación que no estén marcados por la violencia y la precariedad.
Desde el Colegio de Trabajo Social de Granada seguiremos denunciando la falta de medios en nuestros ámbitos de intervención y reivindicando nuestro derecho a trabajar con seguridad y dignidad.