Este 1 de mayo, Día del Trabajo, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada alzamos la voz para sumarnos a un clamor que es también el nuestro: basta ya de precarización.
Somos nosotras, mujeres en su inmensa mayoría, quienes sostenemos día a día los servicios sociales. Lo hacemos desde las administraciones públicas y también desde el sector privado, con compromiso, con formación y con una enorme carga emocional y política. Sin embargo, nuestros propios derechos laborales siguen siendo sistemáticamente vulnerados.
Exigimos condiciones laborales dignas y estables. Exigimos salarios justos que reconozcan el valor social y político de nuestro trabajo. Exigimos respeto a nuestra autonomía profesional y a nuestro compromiso ético. No somos manos ejecutoras de políticas asistencialistas que perpetúan las desigualdades: somos agentes de cambio.
Nos negamos a participar en la defensa de un sistema que nos explota mientras nos exige sostenerlo. Y señalamos especialmente las condiciones de muchas compañeras que desarrollan su labor en el tercer sector, con sueldos bajos, jornadas interminables y nulo reconocimiento institucional. Basta ya.
Reivindicamos la valorización de los cuidados, del trabajo de cuidados que sostiene lo común y que atraviesa todos los sectores esenciales: salud, servicios sociales, educación… y que sigue siendo invisibilizado y precarizado.
Nuestra profesión es comprometida, no vocacional. Y bajo el pretexto de esa “vocación” se nos sobreexplota, se nos niegan derechos y se nos exige más de lo que se le exige a ninguna otra profesión. Esa narrativa debe terminar.
Nuestra lucha es la de siempre: por los derechos de las personas. Y también, de una vez por todas, por los nuestros.
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