Trabajo social sanitario: cuando la salud necesita algo más que medicinas

Trabajo social sanitario: cuando la salud necesita algo más que medicinas

El trabajo social sanitario es una de esas piezas imprescindibles del sistema público que pocas veces recibe el foco que merece. A menudo invisible, pero siempre presente, su labor garantiza que la atención a la salud no se reduzca a una receta o a una cama de hospital, sino que incorpore una mirada social, humana y cercana que acompaña a las personas antes, durante y después del proceso de enfermedad.

Desde los centros de salud hasta los hospitales, el trabajo social sanitario actúa allí donde los factores sociales influyen —y mucho— en la salud: la soledad, la pobreza, la falta de apoyos, la dificultad para acceder a recursos, o los cuidados que recaen en quien no puede más. Detecta situaciones de riesgo, media con otras instituciones, informa y acompaña en la toma de decisiones, orienta a familias y gestiona prestaciones. Y lo hace no solo para intervenir, sino también para prevenir.

Se trata de una especialidad con historia: ya en los años 50 empezaron a implantarse los primeros servicios de asistencia social en hospitales. Aquella semilla dio paso al nacimiento de nuestras organizaciones profesionales, y hoy forma parte de los Servicios Sociales Especializados, integrados en el sistema sanitario.

Porque no hay salud sin derechos. Y el derecho a la salud no puede desvincularse de las condiciones sociales en las que vivimos. Por eso, el trabajo social sanitario no es un extra, sino un servicio esencial que garantiza una atención integral y digna. Un puente entre el sistema sanitario y los sistemas de protección social. Una respuesta profesional a las desigualdades que también enferman.

Durante este mes, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada queremos poner en valor este ámbito del trabajo social. Lo haremos contando con la voz de profesionales que ejercen cada día este papel fundamental porque cuidar es mucho más que curar.