En esta Nochebuena, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada queremos hacer un llamamiento a la reflexión colectiva sobre dos de las grandes crisis que han marcado este año en términos de antirracismo y derechos humanos.
Por un lado, la situación de miles de niños y niñas migrantes no acompañados en Canarias, que representa una de las grandes vergüenzas de nuestra sociedad. A día de hoy, las islas acogen a más de 5.600 menores en sus sistemas de protección infantil, muy por encima de su capacidad. Esta saturación, que afecta gravemente la calidad de la atención y los derechos de estos menores, podría aliviarse si las comunidades autónomas accedieran a un reparto equitativo, tal y como se ha planteado desde el Gobierno central.
Sin embargo, el Partido Popular ha bloqueado estas medidas, impidiendo soluciones que podrían dar un respiro a las islas y garantizar una vida digna a estos menores. Es fundamental recordar que el 77% de la población española apoya este reparto, según encuestas recientes, lo que pone de manifiesto que las resistencias políticas no representan el sentir mayoritario de nuestra sociedad.
Por otro lado, no podemos pasar por alto el horror que se vive en Gaza, donde la comunidad internacional, y particularmente nuestro Gobierno, están fallando estrepitosamente. La ofensiva militar de Israel ha dejado miles de muertos y organizaciones humanitarias denuncian que lo que está ocurriendo allí es un genocidio. A pesar de ello, España mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, incluyendo contratos a empresas militares israelíes. Este doble rasero, que condena en palabras pero perpetúa en hechos, nos convierte en cómplices de una de las mayores tragedias humanitarias de nuestro tiempo.
En esta fecha señalada, no podemos olvidar que el espíritu navideño también debería ser un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva hacia quienes sufren. Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Granada, hacemos un llamamiento al compromiso político y ciudadano para exigir soluciones justas y humanas tanto en la gestión de menores migrantes como en la defensa de los derechos humanos en Gaza. Que esta Nochebuena sea también un momento para reafirmar nuestra lucha por un mundo más solidario y libre de racismo.